Palestinos abren proceso de elecciones mientras se acentúa la violencia con Israel

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Palestinos abren proceso de elecciones mientras se acentúa la violencia con Israel

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Autor: Janet Queffelec Padrón

El asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh de Al Jazeera, el pasado 11 de mayo, se suma a la cadena de conflictos y de violencia armada entre Israel y Palestina que se remonta a la primera década del siglo XX.

En un comunicado, la cadena de noticias de Qatar culpó a las tropas israelíes de asesinar “a sangre fría” a la corresponsal mientras hacían una redada en un campamento de refugiados en Jenin, una ciudad situada al norte de la Cisjordania ocupada. El hecho dio pie para que la viceministra de Asuntos Exteriores de Qatar, Lolwah Al Khater, denunciara un “terrorismo auspiciado por Israel” por lo que pidió que “el apoyo incondicional a ese país debe terminar”, al tiempo que la Autoridad Palestina, que tiene un control parcial en Cisjordania, lo calificó como una ejecución.

Este año, las hostilidades se avivaron una vez más entre palestinos e israelíes. En abril, el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, indicaba el asesinato de 23 palestinos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes, mientras hacían operaciones de búsqueda y arresto, así como reportaba 541 palestinos heridos. Pero no solo las fuerzas militares están involucradas en los hechos, sino igualmente los colonos israelíes que participaron en 66 ataques contra palestinos.

Por su parte, los palestinos respondieron con fuerza, con el saldo de 12 muertos y 82 heridos israelíes.

En este contexto, y tras 15 años, se celebrarán elecciones legislativas, presidenciales y del Consejo Nacional Palestino el 22 de mayo, 31 de julio y 31 de agosto, respectivamente.

Cabe referir que existen dos territorios palestinos. Se trata de Cisjordania, donde se encuentra Jerusalén oriental, y la Franja de Gaza. Estos espacios están a unos 45 kilómetros de distancia.

La Franja de Gaza fue ocupada por Israel en 1967 y no fue sino hasta 2005 cuando retiró a sus tropas, aunque persiste un bloqueo terrestre, aéreo y de sus costas, restringiendo el tránsito de personas y bienes, a pesar de que el grupo islámico palestino Hamás mantiene el control de la zona.

Cisjordania es ocupada militarmente por Israel desde la guerra de 1967, que además ha construido varios asentamientos, y con una administración parcial por parte de la Autoridad Nacional Palestina que tiene reconocimiento internacional.

En este conflicto el punto de mayor discordia es la ciudad de Jerusalén que es reclamada tanto por Israel como Palestina como su capital. Otro asunto que aviva la violencia es la construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental.

“La celebración de elecciones en la parte ocupada de Cisjordania, incluido Jerusalén Este, y en Gaza será un paso crucial hacia la unidad palestina, que dará una legitimidad renovada a las instituciones nacionales, incluido un Parlamento y un Gobierno elegidos democráticamente en Palestina”, destacó Tor Wennesland.

Estos comicios fueron convocados por decreto firmado el pasado 15 de enero por el mandatario palestino Mahmoud Abbas “y supondrá la primera votación en los Territorios Ocupados en 15 años”, destaca Noticias ONU, que indica además que Abbas “fue elegido en 2005 y su partido Al Fatah controla la Autoridad Nacional Palestina, con sede en los territorios ocupados de Cisjordania”, mientras que “el grupo militante Hamás, que controla la Franja de Gaza, ganó las elecciones parlamentarias celebradas un año después”.

La tierra prometida y el surgimiento del conflicto

El origen del conflicto se remonta a principios del siglo XX cuando los sionistas, en busca de un territorio para establecer el Estado judío, o la llamada “tierra prometida”, migraron hacia la región de Palestina que hasta la Primera Guerra Mundial estaba bajo el dominio del Imperio Otomano y donde convivían musulmanes y católicos.

La llegada de judíos trajo conflictos en la zona que se acrecentaron al culminar la Gran Guerra, cuando la Sociedad de las Naciones puso el territorio bajo la administración británica en 1922, una vez que se desintegró el Imperio Otomano.

Le tocó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidir el destino de Palestina, con la Resolución 181 de 1947, donde se establecía el nacimiento de dos Estados, uno árabe y otro judío, con lo cual se decidió la partición de Palestina, mientras Jerusalén quedaría bajo un régimen internacional. Esta decisión no fue aceptada por los palestinos ni por sus aliados árabes por considerar que se violaba la Carta de las Naciones Unidas en cuanto al derecho de los pueblos a decidir sobre sus destinos.

En 1948, uno de estos Estados anunció su independencia bajo el nombre de Israel y ese mismo año inicia un conflicto bélico con los países árabes vecinos, llegando a ocupar “el 77% % del territorio que había tenido Palestina bajo el Mandato Británico, incluida la mayor parte de Jerusalén”, indica la página web de la ONU. Por tal razón, más del 50% de los habitantes árabes palestinos fueron expulsados y se vieron obligados a huir de la naciente Israel.

Mientras tanto, el territorio que fue asignado por la Resolución 181 como Estado árabe quedó bajo el mando de Jordania y Egipto. Pero en 1967 estalla nuevamente una guerra en la región e Israel procedió a ocupar el territorio, específicamente la Franja de Gaza y la Ribera Occidental, así como también se anexionó a Jerusalén oriental, Cisjordania, Península del Sinaí y los Altos del Golán, en lo que se conoció como la Guerra de los Seis Días y que involucró a Egipto, Jordania y Siria.

Esta situación desencadenó un nuevo éxodo de alrededor de 500.000 palestinos, lo que llevó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a sancionar la Resolución 242 en la que formulaba los principios de una paz justa y duradera. Para ello, llamaba al fin de la guerra y al retiro de Israel de los territorios ocupados, así como establecía una solución al problema de los refugiados.

En 1973 se agudizan las hostilidades, por lo que el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la Resolución 338 con el propósito de invitar a las partes a un proceso de negociación de paz. La guerra de Yom Kipur le permitió a Egipto recuperar el Sinaí y seis años después firmó la paz con Israel, al igual que Jordania.

Al transcurrir un año, la Asamblea General de las Naciones Unidas reafirmó el derecho inalienable del pueblo palestino a la libre determinación, la independencia nacional, la soberanía y el regreso de los refugiados. Por tal motivo, en 1975 se creó el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino y la ONU otorgó a la Organización de Liberación de Palestina (OLP) la condición de observadora en la Asamblea.

Pero años después, a mediados de 1982, Israel invade el Líbano con el propósito de acabar con la OLP, aunque luego se acordó un alto al fuego y la Organización salió de la capital Beirut para refugiarse en naciones vecinas. Mientras tanto, ocurrió una masacre de palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila, dando al traste con las garantías de seguridad prometidas por Israel.

En 1983, la Conferencia Internacional sobre la Cuestión de Palestina concertó un documento en donde expuso la necesidad de “oponerse a los asentamientos israelíes y a las iniciativas israelíes para cambiar el estatuto de Jerusalén, el derecho de todos los Estados de la región a existir dentro de fronteras reconocidas internacionalmente y el logro de los derechos legítimos e inalienables del pueblo palestino”, reseña la ONU.

La escalada en el conflicto llevó a una rebelión popular contra la ocupación de Israel, que se conoció como la Intifada de 1987, la cual fue brutalmente enfrentada por las tropas israelíes, provocando gran cantidad de muertos y heridos palestinos. Esto condujo al establecimiento del Estado de Palestina, decisión que tomó el Consejo Nacional de Palestina en 1988.

Para 1991 tiene lugar un proceso de negociaciones con la instalación en España de la Conferencia de Paz que abrió dos frentes: por un lado, alcanzar acuerdos entre Israel y los Estados árabes, y por el otro, acercar a Israel con los palestinos. Las conversaciones dieron como resultado el reconocimiento mutuo entre Israel y la OLP, así como la firma del Acuerdo de Oslo de 1993 que era una Declaración de Principios sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional.

Este proceso permitió el retiro de tropas israelíes, las elecciones del Consejo Palestino y la Presidencia de la Autoridad Palestina. También fomentó una liberación parcial de presos palestinos.

La violencia se mantiene

Las negociaciones han continuado desde el año 2000, pero el conflicto palestino israelí, lejos de resolverse, se ha acentuado. Hace 22 años estalló otra revuelta, o intifada, tras la visita al Monte del Templo en Jerusalén del primer ministro israelí Ariel Sharon. Esto dio pie para que Israel iniciara la construcción de un muro en el Territorio Palestino Ocupado para una separación con la Ribera Occidental, obra que fue declarada ilegal por la Corte Internacional de Justicia.

La concepción de dos Estados (Israel y Palestina) fue adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2002, año en que también la Liga Árabe sancionó la Iniciativa de Paz.

Varias acciones se han adelantado en los últimos 20 años para garantizar la paz en la región y establecer el reconocimiento mutuo de dos Estados, sin que hasta la fecha se haya alcanzado una solución al conflicto. Tenemos una iniciativa de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas -conocido como el Cuarteto- para lograr una solución biestatal, mientras que Naciones Unidas ha promovido acuerdos no oficiales entre palestinos e israelíes.

El reconocimiento mutuo y el cese a las hostilidades no ha sido posible. Por ejemplo, en 2005 Israel continuó con el control de fronteras terrestres y del espacio aéreo, aunque retiró a sus colonos y tropas de Gaza. Un año más tarde, el Cuarteto ofreció asistencia si la Autoridad Palestina reconocía a Israel, aceptaba los acuerdos previos y se abstenía de la violencia. La respuesta fue el despliegue armado de la organización palestina Hamás que se hizo con el control de Gaza en 2007, lo que generó un bloqueo por parte de Israel.

A fines de 2008, se produjo la operación Plomo Fundido con incursión terrestre de Israel en Gaza, lo que obviamente fue investigado por la ONU por violaciones del derecho internacional.

Mientras que el nuevo proceso de negociaciones de 2010 sufrió un descalabro al vencerse la prórroga en la construcción de asentamientos israelíes.

Asimismo, se dieron conversaciones exploratorias entre Palestina e Israel a principios de 2012, pero en noviembre se registraron nuevos hechos de violencia en la zona de Gaza que solo se detuvieron con la intermediación de Egipto. Nuevas rondas de negociaciones en 2014 también fueron interrumpidas, en medio de enfrentamientos.

En lo diplomático, cabe destacar que la Asamblea General de la ONU reconoció en 2021 a Palestina como Estado observador, aunque no miembro de la organización.

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